Antes de empezar el masaje deberemos
tener en cuenta estas recomendaciones:
Se colocan toallas calientes bajo la cabeza del paciente y
en los hombros.
Sobre la piel extenderemos una ligera capa de aceite con un
masaje muy suave para que el deslizamiento de las pindas sea más accesible. Una
vez hidratada la piel iniciaremos el masaje con las pindas, el cual recorrerá
todos los músculos y tendones, con movimientos fuertes pero a la vez ligeros y
armoniosos.
Al finalizar el masaje se cubrirá el cuerpo con toallas
calientes y dejaremos reposar al paciente por algunos minutos.
Pasos del masaje con pindas
Paso 1
Le pediremos a la persona que se tumbe boca abajo, empezaremos
por los pies. Hacemos presiones con las pindas en la planta del pie en forma
circular, de manera lenta, suave y firme, mientras masajeamos el otro pie.
Paso 2
Sin despegar las pindas de los pies, subimos de forma lenta
pero firme por el tobillo gemelos y pantorrilla hasta el hueco poplíteo y de
ahí desplazándonos hacia la parte alta de la pierna. Este paso podemos hacerlo
de dos formas:
Pierna por pierna primero una y luego la otra
Las dos piernas al mismo tiempo
Paso 3
Nos deslizamos hasta los músculos internos y externos de la
pierna haciendo movimientos rotatorios, ondulantes, con presiones intermedias.
Vamos subiendo y bajando, repitiendo sólo de una a dos veces, de arriba hacia
abajo siempre con armonía y suavidad.
Paso 4
Llegamos a los glúteos, donde las presiones se hacen un poco
más fuertes, con deslizamientos de costado y en la parte central del glúteo (es
importante la respiración del terapeuta, cuanto más lenta sea, el masaje será
más lento más suave y penetrante). Se contorsiona el glúteo, levantándolo,
amasándolo de izquierda a derecha con las pindas a un ritmo un poco más
energético.
Paso 5
Subiremos a la cintura y continuaremos con la misma técnica
de presión de las dos manos al mismo tiempo, subiendo desde la cintura hasta la
espalda. La mano derecha con la pinda se queda en la cintura presionando de vez
en cuando, mientras con la mano izquierda avanza un poco más llegando al borde
de la espalda (omóplato). Repetimos el paso con la mano derecha, trabajamos los
hombros y el brazo.
Paso 6
Trabajamos los brazos de forma ascendente, deslizándonos por
las manos, luego daremos la vuelta y empezaremos a masajear el antebrazo y el
brazo hasta el hombro, de forma perpendicular al brazo, subiremos presionando
con las pindas de forma suave, lenta y penetrante, sin despegar las pindas del
cuerpo salvo cuando se cambie de posición.
Paso 7
Se deslizan las pindas hasta el cuello en forma muy suave y
sólo cuando se llega a los tendones y músculos de la parte alta del cuello
(debajo de la nuca) se presiona un poco más.
No se deben presionar los lados del cuello porque allí hay
venas y arterias, esa zona está prohibida para los masajes, salvo que se trate
de masajes muy suaves
Paso 8
Por último, el masaje debe realizarse de forma ordenada, lo
cual ayudará a que la piel y el resto de los tejidos se relajen, además la
postura del terapeuta y la posición del paciente es de suma importancia al
brindarlo, pues de ello depende el buen resultado que obtengamos. Dejaremos las
pindas puestas por toda la espalda durante unos cinco minutos, una vez
transcurridos se las quitaremos y finalizamos tapando con una toalla caliente.