Los aceites esenciales contienen compuestos volátiles biológicamente activos en formas altamente concentradas, que pueden brindarle beneficios terapéuticos en cantidades muy pequeñas.
La calidad es primordial. Primero que nada, estamos hablando sobre aceites botánicos esenciales puros y de grado terapéutico, NO de aceites de fragancia o perfumes sintéticos, los cuales pueden ser tóxicos y generalmente contienen compuestos alergénicos.
Pero, incluso entre los aceites esenciales, la calidad puede variar mucho y puede ser difícil evaluar la calidad de las diferentes marcas que hay, ya que factores como las condiciones del crecimiento y los métodos de cosecha, destilación, fabricación y almacenamiento, pueden afectar el producto final.
Una de las consideraciones más importantes es buscar una garantía de pureza. Debe buscar un aceite esencial 100% puro (es decir, que no haya sido diluido, alterado o mezclado con nada más). El precio le puede dar una pista.
Hay miles de aceites esenciales disponibles si consideramos las combinaciones que existen. Cada uno tiene sus propios beneficios potenciales. Los aceites funcionan sinérgicamente y, utilizar una combinación de aceites a menudo crea un efecto más poderoso que el de cualquier aceite individual.
Algunas de las formas más comunes para utilizar los aceites esenciales son:
- Masajearlos en la piel (mezclados con un aceite base)
- Añadirlos al agua para baño
- En compresas calientes
- Calentarlos en un difusor
- Frotar una gota en los puntos del pulso en vez de utilizar perfume
Aunque se les atribuyen muchos beneficios para la salud, antes de usar aceites con fines medicinales consulta tu médico.
Algunos de estos beneficios pueden ser: alivio de la migraña, reducir la tos, curar los resfriados, curar quemaduras, tratar heridas, mejorar la digestión, calmar las picaduras de insectos, mejorar la circulación etc.
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